Hace más de 15 años, la ingeniera Mónica María Sánchez Colorado, siendo todavía una estudiante, recibió un kit de robótica que la convenció de que construir robots podría ser la mejor forma de aprender. De esa experiencia nació Robótica Extrema.

Después de graduarse y adquirir mayor conocimiento estructuró un proyecto que, según ella, “ha cambiado la vida de miles de niños y niñas de Colombia”. Mónica María ve en la robótica y las STEM (acrónimo para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) una forma de motivar a los jóvenes para que se conviertan en futuros ingenieros y científicos.

Con este proyecto, Sanchez llevó a Colombia a los torneos de robótica más importantes del mundo, con lo que consiguió el patrocinio de la Fundación norteamericana FIRST, del programa VRC y de la Fundación REC. Así mismo, creó la Fundación Global Arte Ciencia y Tecnología, entidad pionera de la Robótica Educativa en Colombia. Desde entonces –han pasado siete años–, más de 2.000 estudiantes provenientes de todo el país han participado en la iniciativa. El proyecto ha obtenido varios premios de investigación aplicada y el apoyo de la NASA en la creación del primer equipo de robots robustos en Colombia conformado por 25 niñas. El proyectom, más allá de esos logros, quiere fomentar valores como la autoestima, la confianza y el trabajo en equipo.